Si vas a hacer una mudanza, una obra en casa o, simplemente, estás buscando un lugar para guardar las pertenencias, quizá te hayas planteado escoger un trastero o alquilar un servicio de guardamuebles.
Aunque a priori podamos pensar que los trasteros y guardamuebles sirven para lo mismo, su función es distinta. Ya sus propios nombres nos indican esta diferencia. Un guardamuebles es un espacio destinado a guardar los muebles y enseres de gran tamaño. Un trastero puede dar acogida a cualquier “trasto” que puedas tener por casa.
El servicio de guardamuebles es mucho más completo que el de un trastero. A diferencia de los trasteros, los guardamuebles están especialmente preparados para el almacenamiento de mobiliarios.
La seguridad es una de las ventajas de alquilar un servicio de guardamuebles. Estos espacios cuentan con un alto protocolo de vigilancia y sistemas de prevención de incendios.
En los guardamuebles están todos los enseres registrados y embalados. Toda la gestión es centralizada, mientras que en los trasteros cada cliente es responsable de lo que guarda.
Según la Federación Española de Empresas de Mudanzas, FEDEM, para periodos cortos de tiempo lo aconsejable es la opción del guardamuebles. Mientras, para espacios largos de tiempo es recomendable usar un trastero.
Aunque el coste de estos servicios dependerá de cada empresa, los guardamuebles suelen ser un poco más caros, aunque valen la pena en base a todo lo que ofrece.